Sunday 19 April 2009

Abre los ojos y ve sin nitidez. Mueve un poco la cabeza rozando la almohada de un hotel de cinco estrellas mientras los recuerdos vuelven. Champán, hombre, noche, cama. Otra vez había pasado.Cuando se decidió a incorporarse notó cómo las sábanas quedaban enganchadas en los tacones que, una noche más, había olvidado quitarse para dormir. Se levantó segura de sí misma, sin ningún ápice de desequilibrio somnoliento. El sueño es un defecto mundano y Ella no es humana.Tras agitar su pelo, decide salir de la suite. Mira a su amante de una noche y cree que lo mejor es no despertarlo. Se le ocurre dejar una nota, pero sólo encuentra un pañuelo de seda blanco en el tocador que unas horas antes había usado como si de una cama se tratara. Nunca llevaba bolígrafo, por lo que se limitó a imprimir la marca de sus labios de carmín fresco en ese trozo de tela que colocó en el rostro del hombre.Estaba impecable. Nadie diría que acababa de despertarse. Su vestido de la noche anterior se deslizó por su cuerpo, sus guantes de cuero abrazaron sus manos y su abrigo de piel de zorro se sintió más vivo que nunca.Salió de ese hotel parisino con paso decidido. No había salido el sol y en la desierta calle sólo se escuchaban sus Louboutin de quince centímetros. Avanzó segura de sí misma hasta aquel coche en el que su chófer había pasado la noche para cuando Ella decidiera volver a casa.Tenía que dar treinta y siete pasos. Treinta y siete notas musicales que finalizaron con el sonido de la puerta del coche al cerrarse. Sin decir palabra, se alejó del hotel, sin mirar atrás, sin remordimiento de ningún tipo, con la seguridad de que lo volvería a hacer con la misma elegancia que siempre.Porque Ella es Ella.

No comments: